¿Cuándo surgen las fiestas de Semana Santa?
Son celebraciones que han ido evolucionando y transformándose con el tiempo. La Semana Santa es
en Europa la celebración de la primavera, la irrupción de esta estación conlleva buen tiempo y desarrollo
de los cultivos. La fertilidad se anuncia en la naturaleza e incita a tener disfrutes sensoriales de todo tipo.
Era el comienzo del ciclo anual y se celebraba con grandes alegrías. En Mesoamérica y Asia media se
atribuyó esto a una divinidad que encarnaba el ciclo vital, de forma que esa divinidad muere y resucita estos días. Cuando muere es el final del invierno, y unos días más tarde vuelve a la vida, lo cual es estrictamente la renovación primaveral
Este tipo de creencias de este ciclo de muerte y resurrección vital, relacionadas con ciertas divinidades como Tammuz, Marduk u Osiris, son las que luego fueron reinterpretadas por la religión judeocristiana, atribuyéndose al Hijo de Dios esa muerte y resurrección.
Entonces se mantiene en el fondo la misma relevancia significativa, pero con unos personajes, una forma, una narración diferente. En El Salvador y Mesoamérica, la religiosidad de los pobladores antes de la llegada de Colon, sirvió de sustrato para convertir las creencias locales en cristianas. Evidencia de esto son los bailes de Moros y Cristianos y la semana santa, esta ultima es especial porque debe ser sincronizada con las fiestas de la primavera que aquí se celebraban.
Las fiestas de fin de anno que celebraban nuestros pueblos se desarrollaban durante la actual celebración de la cuaresma, después del fin de anno había una semana de reposo y espera del nuevo ciclo y por ultimo venían las fiestas de anno nuevo, que hoy pueden identificarse, por ejemplo, con honrar a la divinidad de la primavera con los primeros frutos de la época. Solo que esta celebración se cristianizo como el día de la cruz.
En El Salvador, la tradición dicta que la cruz que se honra el día 3 de mayo sea del árbol de Jiote. Quizá este árbol florece o reverdece en esta época y de hay el simbolismo. Sin embargo en estas tierras la primavera no esta presidida por un frío invierno sino por un verano seco y caluroso que endurece el suelo y seca los ríos. Esta era época de sacrificios para la gente por la situación de hambre y escases de agua, y para ilustrar la situación de tomo la figura del árbol de Jiote, que presenta en invierno una corteza gruesa y blanda, semejante a la piel humana y en verano esta corteza de deshidrata hasta desprenderse como cascara seca, semejante a la piel deshidratada y muerta.
Otra tradición presente durante la semana santa es la elaboración de tamales piques, estos son elaborados con las reservas de maíz almacenados de la cosecha pasada y son consumidas con mucho cuidado y reverencia que hasta se usa la antigua técnica de nixtamalizar el maíz con ceniza. La textura que brinda la ceniza a estos alimentos es muy similar a la de una piel y son rellenados con salsa o pasta como simulando sangre, ya que con esta masa hacían también esculturas de las divinidades para ser consumidas como partes de las fiestas.
Por ultimo, si pudiéramos medir el fervor religioso de los pueblos en base a que es mayor si estos viven en lugares donde también vivieron sus antepasados, y que entre mas generaciones existieron allí, mayor es el fervor; entonces podemos explicarnos porque la zona donde poblaron los antiguos mayas en Guatemala y El Salvador adopto el nivel de exaltación en el fervor religioso de las fiestas de semana santa.
En todo el mundo católico y especialmente en América, las procesiones religiosas de semana santa en Guatemala, Antigua Guatemala, Sonsonate, San Salvador, etc. han adquirido carácter propio ya que la espiritualidad ha estado presente quizá desde mucho antes de que se celebraran en Espana.